Las expresiones políticas
con violencia nunca han sido ajenas a la naturaleza del ser humano, en
ocasiones de forma espontánea o interesada a lo largo de la historia, los
individuos han expresado o luchado por un ideal político, utilizando como medio
la violencia y aunque este medio rara vez dota de legitimad a quien lo usa, los
golpes de estado, revoluciones, etc. nos demuestran que también es una forma de
lograr unos objetivos políticos concretos.
Como dice Aristóteles,
"el ser humano es un animal político y social" y como tal, tiene que
relacionarse con otros individuos para organizar su vida en sociedad. Estas
relaciones casi siempre son dialécticas, esto es, difíciles y contradictorias
porque no dejan de ser puntos de vista diferentes e individuales que se ponen
en común, sin embargo, es una relación totalmente necesaria e inherente al ser
humano. La política misma, no es más que el estudio de las relaciones de poder,
dicho poder hace referencia a esa organización social que obligatoriamente los
seres humanos deben darse a sí mismos. La forma de distribuir y dosificar ese
poder, es el punto de partida que nos ocupa esta entrada.
Como es lógico, la
imposición del poder sólo puede ser mediante la violencia o la no violencia, no
cabe otra opción y la forma de imponer ese poder determina toda una serie de
sistemas políticos muy diversos entre sí, es el condicionante principal de una
sociedad.
El poder mediante la no
violencia es clara en cuanto a la mecánica, los seres humanos ponen en común
sus propios intereses individuales y los transforman en intereses comunes
mediante el consenso. Es lo que Rousseau viene a decir su obra el contrato
social, la formación del Estado no es más que la renuncia por parte de los
individuos de ciertos derechos individuales en pro de un bien común, eso es lo
que en esencia se busca, un ente (Estado) que distribuya y administre el poder
por el bien de todos. También es posible que simplemente los individuos, hayan
hecho un cálculo racional y no vean suficientes beneficios en utilizar la
violencia para imponer sus propios intereses individuales.
La imposición del poder
mediante la violencia es totalmente contrario, no hay consenso, las ideas
individuales de alguien o colectivas de un grupo sobresalen de las demás por la
aceptación forzosa del resto, pero, ¿por qué el uso de la violencia para
imponer el poder?
La respuesta es clara. El
poder, en ocasiones lleva asociada la fuerza que puede o no ser física, puede
ser, una fuerza basada en la influencia, si ese factor determinante está en
manos de un grupo o individuos, tiene la opción de usarlo para alzarse por
encima del resto. Otra opción que suele darse en las revoluciones es la que se
da cuando hay un consenso de inicio pero al tiempo se pierde y un grupo
importante de la sociedad está descontenta con ese desequilibrio y quiere
volver al consenso y para ello usa la violencia.
Podemos concluir, que la
imposición del poder mediante la violencia es fruto de una situación inicial de
ventaja de un individuo o grupo frente a otros o de una situación de
descontento por una falta o deterioro del consenso inicial alcanzado por los
individuos para una buena vida en sociedad.
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