Para abordar el
tema de la violencia contra los homosexuales, hablaremos del concepto de
homofobia. La homofobia es el rechazo, la aversión obsesiva contra los
homosexuales y demás personas que integran la diversidad sexual. Esto provoca
que las personas homofóbicas no solo rechacen a todas las personas si no que en
ocasiones lleguen a agredirlas y aparezca la violencia contra ellos. El 17 de
Mayo es el día internacional contra la homofobia esta fecha coincide con el día
en que en 1990 la homosexualidad desapareció de la lista de enfermedades
mentales por parte de la Organización Mundial de la Salud. A pesar de todas las
manifestaciones, reivindicaciones e intentos que se han llevado a cabo por todo
el mundo para que se respete y se
reconozcan sus derechos todavía implica la pena de muerte en 5 países (Irán,
Arabia Saudí, África…) y es ilegal en otros 78 países. Europa es el lugar en el
que los derechos de los homosexuales son más atendidos y en Latinoamérica el
mayor problema es la violencia.
Una encuesta
realizada en Madrid (2012), muestra que el 72% de las agresiones a homosexuales
no son denunciadas. Y que del total de los homosexuales agredidos un 68% sufren
lesiones. Otro dato destacable es que el 60% de los agresores son hombres.
Por otro lado, es
cierto que España es uno de los países con una de las legislaciones más
progresistas, sin embargo la homofobia sigue presente. Un estudio realizado por
el Ministerio de Sanidad muestra que un 15% de las personas en España siguen
pensando que la homosexualidad es una enfermedad. Y un 23% de los hombres y un
17% de mujeres creen que la homosexualidad no es algo respetable. Esto se
transmite también a las nuevas generaciones.
La sexualidad, en
la mayoría de las culturas ha sido un tema tabú, y todo lo que es tabú
evoluciona lentamente y sobre todo, y sobre todo y es lo más peligroso genera
ideas erróneas. La homosexualidad ha permanecido mucho tiempo en la
“clandestinidad”, porque ponía patas arriba el concepto de “natural” que
teníamos de la familia, de la pareja. Sin lugar a dudas, la mayor lucha interna
la han tenido los propios homosexuales que no se atrevían hacer pública su
sexualidad, y prueba de ello es que aún en el 2012, el 72% de las agresiones a
homosexuales no se denuncian.
Las agresiones hacia los homosexuales esta muy ligado al nivel
cultural de los diferentes países. Europa es el continente que tiene la
legislación más progresista sobre el tema, mientras que en los países Árabes o
en África se castiga todavía con la pena de muerte.
Dentro de Europa,
España es uno de los países con una legislación más progresista, a pesar de
ello, todavía un 15% de la población la considera una enfermedad mental y casi un 40% lo considera como algo no
respetable. Creo que “respeto” es la palabra clave para acabar con la
homofobia. Los homosexuales no son delincuentes, pero les agreden por su
condición. El no entender la homosexualidad no implica, ni justifica la
agresión.
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